Déjate envolver por las vibraciones suaves y constantes del monocordio, un instrumento ancestral que produce un sonido hipnótico y resonante. Su efecto armónico genera un espacio de calma profunda, facilitando el enfoque mental, reduciendo la ansiedad y restaurando el equilibrio emocional.
Durante la sesión, el sonido envolvente del monocordio se mantiene de forma continua, creando un campo sonoro vibracional que actúa directamente sobre el sistema nervioso. Estas vibraciones armónicas penetran suavemente en el cuerpo, calmando la mente, desbloqueando emociones y ayudando a que el cuerpo se relaje desde un estado de quietud.
El paciente permanece recostado o sentado cómodamente mientras la terapeuta activa el instrumento, generando un entorno sonoro estable y envolvente que facilita la desconexión del mundo exterior.
• Personas con ansiedad, estrés o sobrecarga mental.
• Quienes buscan mejorar su concentración o capacidad de enfoque.
• Niños o adultos con hipersensibilidad emocional o auditiva.
• Procesos de introspección, meditación o acompañamiento terapéutico.
• Personas que necesitan fomentar la calma interior para comunicarse mejor.
• Puede no ser adecuada para personas con hipersensibilidad al sonido: se recomienda comenzar con sesiones cortas y volumen suave.
• En niños con autismo, el monocordio puede ser especialmente útil por su tono cálido, armónico y predecible. Siempre se ajusta según la tolerancia sensorial del niño.
La terapia con monocordio no busca estimular, sino calmar. Es una invitación a detenerse, a entrar en contacto con uno mismo a través del sonido continuo y resonante de un instrumento que no impone, sino que acompaña.
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